Empezado y avanzamos poco a poco, como un parqueadero en el terreno de la casa de la dueña, para las personas que se encontraban en el río y ocasionaban trancon, a medida que pasa el tiempo empezamos vendiendo jugos y café a los ciclistas, algunos de ellos nos daban ideas de implementar un restaurante, y ahí surgió le negocio, junto a mi yerno, doña Fabiola y don Andres crearon el restaurante café de la montaña, respetando y haciendo homenaje a sus inicios, "el café" y para hacer referencia al nombre la idea es a todos los clientes, de entrada se les regala unos patacones y cuando terminan de consumir su comida se les ofrece un vaso de café... Así es nuestra historia y vamos por más.